jueves, 2 de abril de 2009

SARGENTO GUMERSINDO ACOSTA


"¡DIOS Y PATRIA ¡O MUERTE!" - Sargento Ayudante Gumersindo Acosta.

El 10 de junio de 1982, a la edad de 42 años, era abatido en las Islas Malvinas. Oriundo de Colonia Santa Rosa (Formosa), registra su incorporación a Gendarmería Nacional el 10 de diciembre de 1963 en el Escuadrón 15 de esa provincia. En marzo de 1967 ingresa a la Escuela de Suboficiales "Cabo Raúl R. Cuello", ascendiendo a Cabo del Escalafón General el 31 de diciembre del mismo. Luego de ser promovido al grado de Sargento a fines de 1973, en mérito a sus aptitudes, es seleccionado para el Curso de Comandos en la Escuela de Infantería del Ejército Argentino.
En oportunidad del conflicto del Atlántico Sur, y al igual que a otros camaradas, se lo designa integrante de la Compañía de Tropas Especiales 601, Escuadrón Alacrán, arribando a Puerto Argentino el 28 de Mayo de 1982 a las 2345 HS en una máquina de la FAA.
Doce días después, y en circunstancias de su desempeño en una patrulla con la misión de emboscar al enemigo en las proximidades del Monte Dos Hermanas, al ser alcanzado por dos proyectiles –el segundo precedente de un disparo de mortero- cae mortalmente herido, para no volver a levantarse jamás.
Este testimonio, junto al de otros heroicos gendarmes, ratifican el temple y el sacrificio brindado en el bautismo bélico, el crujir de las armar empuñadas por los hombres de Gendarmería Nacional, en una actitud permanente de entrega al servicio de los intereses de la Patria.
La que sigue es la última carta dirigida a su hijo, fechada en Puerto Argentino, el 02 de junio de 1982, en la que una vez más queda demostrado el temple del Sargento Ayudante Acosta.
Fuente: La Perla Austral.

"Perdóname que no me despida"
Carta del Sargento Ayudante GN Ramón Gumersindo Acosta, Medalla "La Nación Argentina al Valor en Combate", a su hijo Diego antes de morir en acción.
Puerto Argentino, 2 de Junio de 1982
"Querido hijo Diego, que tal muchacho? Cómo te encuentras?Perdóname que no me haya despedido de ti, pero es que no tuve tiempo, por eso es que te escribo para que sepas que te quiero mucho y te considero todo un hombrecito y sabrás ocupar mi lugar en casa cuando yo no estoy.Te escribo desde mi posición y te cuento que hace dos días íbamos en un helicóptero y me bombardearon, cayo el helicóptero y se incendió, murieron varios compañeros míos pero yo me salvé y ahora estamos esperando el ataque final.Yo salvé tres compañeros de entre las llamas. Te cuento para que sepas que tienes un padre del que puedes sentirte orgulloso y quiero que guardes esta carta como un documento por si yo no vuelvo: o si vuelvo para que el día de mañana cuando estemos juntos me la leas en casa.Nosotros no nos entregaremos, pelearemos hasta el final y si Dios y la Virgen permiten nos salvaremos.En estos momentos estamos rodeados y será lo que Dios y la Virgen quieran. Recen por nosotros y fuerza hasta la victoria final.Un gran abrazo a tu madre y a tu hermana – cuídalos muchos, como un verdadero Acosta. Estudia mucho"."VIVA LA PATRIA".