NOTA
Como cíclicamente ocurre, la República Argentina esta viviendo nuevamente una crisis económica.
Desde hace casi un año sé esta gestando, por iniciativa del gobierno central, una lucha de intereses que nos esta llevando a la debacle.
Cualquier persona común se da cuenta de que si uno tiene una sola gallina, que nos pone huevos para nuestra manutención todos los días, no nos podemos levantar un día y querer hacer un puchero con ella, porque sabemos que si la matamos, mañana no tendremos que comer.
El campo es nuestra gallina, es el que nos da la dinámica que nuestros pueblos necesitan, es base fundamental de las economías regionales, que sumadas hacen que lo que producen impacten directamente en la economía de nuestro país.
El campo produce directamente alimentos para todo el pueblo argentino, pero además indirectamente solventa todo lo que es la agroindustria, (metalúrgicas, fabricas de maquinarias, insumos veterinarios, tecnología, fertilizantes, industrias químicas, semillas, etc.) con lo que genera, según datos aparecidos ayer, el 34 % del empleo del país.
El hombre de campo, que por su idiosincrasia, es una persona que a su labor la realizaba “tranqueras adentro”, individualista, algunas veces parco a los reclamos de otros sectores de la sociedad, hoy ve que es necesario entrar en la socialización de sus problemas, que la unión de productores, comerciantes y ciudadanos en general, es necesaria para poder paliar esta situación agobiante.
De toda situación extrema, de toda crisis, se aprende, y es una buena lección tomar conocimiento que a este país, pese a quien le pese, solo se reconstruirá en base a la unión de la gran mayoría de los argentinos.
Este blog, en marzo de 2008, opinaba que había que buscar las soluciones en conjunto con el gobierno nacional, con un dialogo abierto, fecundo, que el campo debía dar la mano al poder ejecutivo, en un acuerdo y no tratar de torcerle el brazo. Debemos decir, que lamentablemente, nos hemos equivocado, que no existe posibilidad alguna de estrechar la mano, por la tozudez del gobierno central, que no reconoce la verdadera magnitud de la crisis, que solo a través de las urnas en el mes de octubre el pueblo debe levantar su voz y exigir junto a sus representantes auténticos las soluciones a los problemas.
Mientras tanto, todos debemos elevar reclamos a legisladores, a los poderes ejecutivos, para que estos conozcan en forma fehaciente lo que esta sucediendo, y sientan que su mejor política será la de apoyar al pueblo y no a un poder que ha defraudado a una gran mayoría del pueblo.
No nos dejemos engañar, con las promesas de obras públicas, (rutas, casas, desagües pluviales, etc. etc.) cuando sabemos que de continuar así, no vamos a poder ni comprar los alimentos para nuestra subsistencia, ni vamos a poder pagar la luz, el gas, los impuestos, etc.
El reclamo pacífico, llevara mas tiempo, pero es el que luego da frutos en forma constante.