NOTA
En otra demostración de soberbia inútil, se vuelve a destruir lo construido.
Cuando lo que se tendría que hacer es proyectar, pensar y construir cosas nuevas que marquen una impronta.
Ahora se destruyen los canteros del palacio municipal.
La pequeñez mental del Arquitecto Estrella, nunca tan bien llamado “El Destructor Entrerriano” queda marcada en cada cosa que inicia (y que casi nunca termina).
Se puede tener diferentes manera de ver las cosas y no estar de acuerdo con un montón de ellas, pero cuando se maneja el erario público, se debe ser mucho más cuidadoso en su utilización, que cuando se maneja el dinero propio.
Esa masa de dinero debe estar dirigida a la realización de obras que hagan al conjunto de la sociedad y no para cumplir un capricho de una persona que tiene a una mirada sesgada (persona que actúa de manera parcial y sin objetividad) de lo ya hecho.
Según transcendidos surgidos desde el mismo Palacio Municipal, el Arquitecto a manifestado que el 60 % de los empleados municipales no sirven, para ninguna tarea, y que por ese motivo debe estar contratando nuevos agentes para su secretaría.
En buen criollo está diciendo que ese personal es inútil, lelo, inservible, improductivo, infecundo, caduco, etc. (El sindicato municipal, debería pedir una aclaración sobre el tema).
Si tiene ese concepto sobre el personal municipal, el mismo puede ser trasladado hacia la gente en general, pensamiento discriminatorio y del que no nos atrevemos a calificar como nazista por las connotaciones históricas que tiene ese termino.